Diseño de viviendas para lograr ahorro de energía

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Cuando piensas en construir tu casa, es muy importante tener en cuenta un buen diseño de viviendas para lograr ahorro de energía, un aspecto que es básico hoy en día.

En este sentido, existen cuatro elementos claves a la hora de definir el diseño, materiales y sistema constructivo de una vivienda.

1. La orientación de la vivienda

Una adecuada orientación de la vivienda es fundamental para el ahorro de energía. Una buena orientación, pensada desde el inicio del proyecto, puede hacer que se aumente la entrada de sol y por lo tanto el calor en invierno, y al mismo tiempo protegerte del sol en verano.

Es importante orientar las estancias de mayor uso de la vivienda, hacia la orientación con más entrada de sol durante el día: disponiendo de los mayores huecos abiertos a orientación Norte en el hemisferio Sur; y orientación Sur en el hemisferio Norte.

Dependiendo del microclima de la localización de la vivienda se debe evaluar el uso de porches, el tamaño de las ventanas y utilizar árboles existentes u otro tipo de estrategias que ayuden a regular la temperatura de la vivienda.

La orientación de la vivienda y las estrategias de diseño también dependerán del tipo de terreno donde esté ubicada la vivienda.

2. Usar un buen aislamiento térmico

Un buen aislamiento en el hogar es fundamental para evitar pérdidas de energía. Esto se logra mediante el uso de materiales con alta resistencia térmica.

La resistencia térmica es la capacidad de un material para construir una barrera entre dos medios (dentro y fuera de la casa) para evitar la ganancia o pérdida de calor. Los dos medios tenderán naturalmente a estar equilibrados. Un adecuado aislamiento mantendrá estable la temperatura la temperatura interior de la vivienda.

Es muy importante aislar tanto las fachadas como las cubiertas, siendo estas últimas, las zonas por donde se gana más calor en verano.

Tener un buen de aislamiento significa que, a medio y largo plazo, los costes energéticos se reducirán significativamente.

Es fundamental que la disposición del aislamiento térmico que tenga continuidad por toda la envolvente de la vivienda, es decir, que cuando aparezca, por ejemplo, un pilar en la fachada ese pilar también se aísle, que no queden zonas sin aislar. Las zonas sin aislar producen puentes térmicos que pueden significar grandes pérdidas o ganancias de calor y obligando a gastar energía a la vivienda para mantener la temperatura estable.

3. Ventilación natural y controlada

La ventilación natural es una estrategia de enfriamiento pasivo muy recomendable (sin subsidios energéticos, como el uso de aire acondicionado), especialmente en climas de alta temperatura.

Básicamente consiste en ubicaciones estratégicas de aberturas, puertas o ventanas, permitiendo que el aire circule (entrada y salida) entre los espacios interiores de la casa.

Cuando en una vivienda o habitación tenemos varias ventanas o puertas a diferentes orientaciones permitimos una ventilación cruzada. Esto se debe a que al abrir a dos orientaciones que tendrán diferentes temperaturas, se generarán corrientes de aire que ayudan a refrescar el interior, facilitando el ahorro de energía.

Para lograr el máximo control y evitar la pérdida de calor, es importante contar con ventanas herméticas de muy buena calidad, con aireadores como obliga la normativa actual en España.

El uso de ventanas de muy buena calidad, con baja transmitancia térmica, puede aumentar el coste inicial de la vivienda, pero este es un costo que vale la pena asumir, ya que se amortizará pronto con el descenso del gasto de energía eléctrica para mantener la temperatura interior de la vivienda.

Alrededor del 18% de la energía se pierde por puertas, ventanas y puentes térmicos, que son producto de la mala calidad y la ineficiencia de estos elementos.

Para evitar pérdidas de calor en invierno o ganancias en verano también se puede optar por disponer una ventilación controlada con recuperadores de calor. Estos aparatos sirven para ventilar la vivienda, pero metiendo el aire ya con la misma temperatura que el aire interior de la vivienda.

4. Autosuficiencia energética

El gran problema relacionado al consumo energético de nuestras casas es que usan fuentes de energía fósiles no renovables, o eléctricas con unos precios que no dejan de subir.

Ante esta situación los que se puede hacer desde el proyecto es construir viviendas que gasten lo menos posible y así dependan lo menos posible de fuentes de energía externa y centralizadas, y si es posible disponer en cubierta de paneles fotovoltaicos para construir casas lo más autosuficientes posible, para tener el mayor ahorro de energía.

Para reducir el consumo es importante reducir uno de los mayores gastos que tiene una vivienda que es el calentar el agua. Una de las mejores maneras de conseguir esto es instalando sistemas de energía renovable, donde destacan sobre todo la aerotermia

Junto con la aerotermia hoy en día sería imprescindible disponer instalaciones de energía solar que permiten el autoconsumo energético, y nos permiten reducir mucho el consumo mensual de electricidad.

Espero que os haya parecido interesante, puedes ampliar esta información en otros post que hemos publicado en este blog como Proyectos pensados = viviendas sostenibles

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